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Principio 4 - Balance Exponencial

Principio 4: Lo que debes saber sobre los hábitos para poder cambiar

Tu eres lo que haces todos los días. Tus pensamientos y tus acciones te definen. 

Si no estás agusto con algo de tu vida, debo darte una mala noticia: es resultado de tus acciones diarias, y la mayoría de tus acciones son inconscientes (es decir, que ni cuenta te das de que las haces). Pero siempre que hay una mala noticia, también hay una buena: lo puedes cambiar. Ahorrar mas, tener mejor salud o tener una relación estable son siempre nuestros deseos y merece la pena trabajar por ellos.

Si tu realidad es resultado de lo que haces todos los días, es necesario poner más atención a nuestras acciones. Hay que actuar conscientemente para convertir el resultado en lo que quieres y no simplemente en «lo que te toca».

Existen libros, muchos libros, que te ayudan a entender esto, y en este articulo te quiero recomendar el libro “Hábitos atómicos” de James Clear. En el se detalla lo que son los hábitos, qué los componen, y cómo puedes forjar unos mejores.

Mi tarea, es simplificarte los conceptos y darte ideas generales que sean de ayuda para que cuentes con una base de entendimiento y tu puedas investigar por tu parte: el cielo es el límite.

El poder de las pequeñas acciones y la paciencia

balance exponencial y los habitos

Todos los grandes cambios comienzan con pequeñas acciones. Empezar a construir hábitos es como sembrar un frijolito: Lo siembras, lo riegas todos los días y hasta dentro de «x» número de días / semanas empieza a ver un brote hasta que se convierte en una planta.

La decisión es sembrar el frijol y la acción repetida de todos los días es regarlo con agua, sin importar si no se ve nada de planta. Tu continuas regándolo porque sabes que eventualmente surgirá.

Lo mismo pasa con todos tus hábitos: empiezas, decides alimentarlo todos los días (aunque no veas resultados inmediatamente), y conforme repitas esa decisión y esa acción todos los días, el hábito empieza a crecer de manera sostenible.

Algo que es MUY común es subestimar el poder de nuestras acciones y el valor del tiempo. Muchas veces transcurren meses, incluso años sin darnos cuenta de todo lo que pudimos haber hecho. ¿Cuántas veces te ha pasado que Facebook te recuerda algo de hace 1, 3 o 5 años? y piensas «¿tan rápido pasó el tiempo?» Imaginate si hubieras tomado 2-3 acciones muy sencillas: hoy serías una persona completamente distinta. Pero el «hubiera» no existe, asi que a poner manos a la obra.

Te voy a ejemplificar de otra manera el resultado de pequeñas acciones y su resultado exponencial en el tiempo: puedes ponerte metas muy logrables, donde decides perder entre 300 y 500 gramos de peso a la semana, lo cual es MUY posible (y sin matarte de hambre). Esto, transcurrido un año (52 semanas) se traduciría en que pierdes 15 kilos o 26 kilos. Veamoslo gráficamente:

balance exponencial ejemplo de resultados

Esto incluso ayuda a ejemplificar el efecto de esas pequeñas acciones que te mencioné: Solo observa la diferencia de perder 200 gramos mas a la semana (en lugar de 300, que sean 500), se traduce en mas de 10 kilos en un año (15 a 26). Esto por supuesto si fuera el caso que tengas un sobrepeso importante; en definitiva, 15 kilos te harían ver completamente distinto.

La ecuación es muy sencilla:

  1. Si pones mas empeño, mas rápido llegas al resultado
  2. Si pones menos empeño, menos rápido llegas al resultado

Te voy a decir algo que seguramente ya sabes: nada es mejor, nada es peor. No hay ninguna prisa, no te hace mejor lograr tu meta mas rápido. El ritmo lo debes poner tu; solo debes tener muy claro tu objetivo y lo que implica conseguirlo (principio 2).

En resumen el mensaje es: pequeñas acciones, a través del tiempo, tienen un gran impacto en tu vida.

El progreso invisible

¿Por qué tiramos la toalla a medio camino? esto se da, como menciono en el ejemplo del frijol, porque regamos la semilla durante dias / semanas sin ver ningún resultado aparente sin saber todo lo que está sucediendo en el interior.

Tenemos un hambre voraz por ver resultados inmediatos. Por ejemplo:

  • ¿Cuántas dietas «milagro» has intentado sin éxito?
  • ¿Cuántos retos / programas de 28 días, 8 semanas has intentado?
  • ¿Cuántos suplementos /pastillas mágicas compraste?

 

Cuando en realidad los resultados demoran un poco mas de tiempo en llegar de lo que tu piensas. Y conforme avanzas, es a través del tiempo que nos damos cuenta del verdadero valor del trabajo que hemos realizado, porque en algún punto se vuelve exponencial el resultado (se vuelve un círculo virtuoso).

Nada como un ejemplo. Cuando vas a una fiesta infantil es típico que haya una piñata para romper. Todos se preparan, y empieza el primer niño: éste le da un tremendo golpe a la piñata, sin embargo, ésta no se rompe. ¿Esto significa que no pasó nada? la respuesta es NO. La piñata se debilitó, solo que no es visible en este momento.

Pasa el siguiente niño, y lo mismo. Le da un golpe: la piñata sigue sin romperse, pero sin duda cada vez mas debilitada. Así pasan los niños y con cada golpe se debilita más y más la piñata hasta romperse.

Cada golpe, aunque no se rompiera la piñata iba marcando un progreso que no era tan evidente, no era visible, sin embargo existía ese progreso de irla debilitando hasta que finalmente se rompió.

Lo mismo pasa con nuestros hábitos: cuando empezamos un cambio, es posible que no veas resultados pronto, pero lo que no notas es la transformación que está sucediendo dentro de ti y si le das el tiempo suficiente a que madure, a que crezca en ti, sin duda verás resultados. Ahí radica la importancia de nunca desistir.

Si insistes lo suficiente, empezarás a ver resultados exponenciales, y verás que los resultados serán incluso MEJORES de lo que imaginabas y te llevará a tener nuevas y mejores metas.

Las personas que se atreven a buscar un cambio como tú deben entender que tomará tiempo lograr visualizar cambios radicales. Cualquier actividad, trabajo, negocio, nueva disciplina que merezca la pena tomará algún tiempo en construirse, edificarse.

Habrás escuchado miles de veces que debes amar el proceso y en la próxima sección te explico por qué, que tiene que ver directamente con la forma en que se construyen los hábitos.

¿Cómo se forman los hábitos?

De acuerdo a James Clear, en su libro «Hábitos Atómicos» señala que los hábitos se componen de 3 rubros:

Composicion de los habitos

  1. Tu identidad, que son las creencias que tienes de ti mismo (conscientes o inconscientes)
  2. Tus procesos, que son las acciones que reflejan tus creencias y que realizas para alcanzar tus metas
  3. Tus metas, que es lo que buscas día a día. Al igual que tu identidad, esto puede ser consciente o inconsciente

Explicado en términos simples;

  1. Mi identidad: soy una persona saludable
  2. Mis procesos: me alimento balanceadamente y hago ejercicio todos los días
  3. Mi meta: lograr el cuerpo que quiero con mas masa muscular

Todo perfectamente alineado. Cuando tenemos congruencia entre lo que pensamos y hacemos, suceden cosas maravillosas.

¿Qué sucede comúnmente? que te defines metas pero no cambias tu manera de actuar (el proceso) y mucho menos lo que piensas de tu mismo (identidad); esto es mucho mas complejo porque todos tenemos heridas de la infancia que debemos identificar para controlar lo que creemos de nosotros mismos.

Cotninuando con la explicación de lo que pasa comunmente; te pones metas (como bajar de peso) pero lo haces pensando que eres un gordo sin remedio y que nadie te va a querer nunca, y así, dificlmente se puede cambiar algo.

Puedes querer tener salud, pero si sigues priorizando la comodidad sobre el esfuerzo, te sumergirás en la desidia, en la falta de resultados, en lugar de cuidar tu alimentación y hacer ejercicio. Por eso se dice que la mejor parte de un campeón, es la autoreflexión.

Hay que ser sinceros con uno mismo. Y quererse. Después de todo, eres un milagro. Eres resultado de mas de 13,000 millones de años de éxito evolutivo, eres un verdadero milagro.

¿Cómo cambio mi identidad?

Es un reto importante: es posible que se vuelva una tarea muy complicada identificar tus pensamientos inconscientes, para lo cual siempre te recomendaré asistir a terapia profesional. Aunque siempre hay opción de empezar, con algo conocido como la ingeniería inversa, es decir, empieza por el final.

Piensa en esto: cualquiera que sea tu identidad en este momento, lo crees así porque tienes evidencia de que así es y asi ha sido siempre. Por ejemplo: si has ido a la iglesia los últimos 20 años, tienes evidencia de ser una persona religiosa; si has intentado ponerte a dieta sin éxito, tienes evidencia de que las dietas no te funcionan, entonces ni lo intentas.

Todo lo que haces lo aprendiste en algún momento. También aprendiste a no cuidarte, aunque seguramente no de forma consciente.

Entonces, llega la recomendación de cómo aplicar la «ingeniería inversa»:

pequeñas victorias

¿Quien quieres ser? una persona mas saludable. ¿Cómo te lo pruebas? con pequeñas victorias:

  1. 1 de día de dieta a la vez
  2. 1 día de ejercicio a la vez
  3. Cuando logras perder tu primer kilo

¡FESTEJALO!

Esto le ayuda a tu cerebro a entender que va por buen camino, y empiezas a afianzar esa identidad de ser una persona saludable (y no un gordo sin remedio).

El resultado de esto es que empezarás a amar el proceso (que seguramente habrás escuchado cientos de veces, y es verdad). Esto incluso puede significar que ames tu nueva dieta y tu ejercicio, aunque al inicio no sea tan fuerte, pero irá creciendo esa sensación conforme vayas cumpliendo metas mas pequeñas y las vayas festejando.

No es que este método sea mágico, requiere esfuerzo, pero nunca debes dejar de insistir, y verás que los resultados tarde que temprano llegarán.

¿Por qué cuesta tanto crear nuevos hábitos?

Nuestro cerebro es flojo por naturaleza y trata de ayudarnos a simplificar nuestras vidas, aprendiendo las acciones que repites para hacerlas de manera automática, sin mayor esfuerzo.

Cuando quieres incorporar un nuevo hábito, demanda nuevas acciones y tu cerebro tiene que empezar a tomas decisiones (que no está acostumbrado a hacer). Como cualquier cosa, las primeras veces que te enfrentas a una situación nueva, no estas seguro de cómo resolverlo.

La actividad del cerebro es gigantesca. Literalmente está procesando toneladas de nueva información e intentando que tenga sentido para ti y se esforzará por identificar las acciones para poder automatizarlas (como el resto de tus hábitos). 

Es por esto que cuesta tanto trabajo, porque si existe una sobrecarga de trabajo para el cerebro al inicio y eso no es tan simple como quisiéramos.

Un ejemplo para entenderlo: cuando aprendiste a andar en bicicleta o patines; al inicio morías de miedo de no caerte, entonces te esforzabas poniendo mucha tensión en tus piernas y en mantener el equilibrio; pensabas en pedalear la bicicleta, pero también tomar bien la dirección y fijarte en la calle: ¡DEMASIADA INFORMACIÓN!

Pero después de todo, aprendiste hacerlo muy fácil, y nunca mas tuviste que pensar en nada de esto y simplemente andabas en bicicleta o patines, disfrutando de un paseo y concentrándote en el paisaje o las personas que pasaban.

Como la bicicleta o los patines, ocasionalmente tendrás tropiezos para encontrar las soluciones. Podrás sentirte ansioso y empiezas a descubrir que ocuparte empezará a ayudarte a tener calma.

Entras en un proceso continuo de explorar y explorar y explorar. Y después de un determinado tiempo, entonces es cuando viene la recompensa: bajaste algunos kilos, te sientes con más energía, ves cambios en cómo te queda la ropa. Tu cerebro ha comenzado a catalogar los eventos que precedieron a esa recompensa y querrá reforzarlas. ¡El alimentarte bien será una prioridad para tu cerebro, y ya no más una obligación!

¡Se siente bien! Empezarás a buscar qué es lo que hiciste bien antes de tener esa sensación de bienestar.

Resumido esto: «Los hábitos son simplemente, soluciones confiables para problemas recurrentes en nuestro ambiente».

Concluyendo

esfuerzo es igual a resultados

No hay mas que decir. Si, eventualmente fallarás, te equivocarás, comerás algo que no debes o no tendrás ganas de hacer ejercicio. Está bien, descuida, el proceso no tiene que ser perfecto. Si te equivocas, al siguiente día retomas, si no hiciste ejercicio, al siguiente día retomas.

Es común pensar en blanco y negro: o estamos 100% metidos en nuestro cambio y cumplimos cabalmente todo lo que debemos hacer, o porque fracasamos algún día (o una comida), lo abandonamos todo, dejamos de hacer ejercicio y esperamos al siguiente lunes o al siguiente inicio de mes. ¡NO! Recupérate pronto, hazlo tan pronto notes que te equivocaste.

Con esto termino esta breve explicación acerca de los hábitos. Hay muchas, muchas cosas que se puede profundizar sobre lo aquí revisado, pero consideré estos elementos como base para entender cómo funciona tu cerebro, hacia donde debes enfocar tus esfuerzos y lo importante que es cambiar el pensamiento que tienes de ti mismo para poder forjar nuevos hábitos, sin importar lo bien o mal que lo hayas hecho hasta este momento. Es momento de perdonarse y avanzar.

Escríbeme a balanceexponencial@gmail.com o mándame un whatsapp para poder orientarte mejor.

¡Hasta pronto!